En ninguna encuesta se encontrarían en el top 10 de las razas consideradas como "peligrosas" pero una reciente sentencia del fuero Civil condenó a los propietarios de un Golden Retriever (una señora y su hijo) al pago de una suma millonaria a una mujer que fue atacada por el can, el cual le amputó el extremo de su nariz.
Según narra el Portal Diario Judicial, el hecho ocurrió en el año 2014, cuando la mujer se dirigía desde su casa hacía el supermercado a fin de efectuar unas compras. En el camino se encontró con su vecino -codemandado- que paseaba a su perro Golden Retriever y, al pasar por su lado, se detuvo a saludarlo. En ese momento el can –que se encontraba suelto en la vereda, sin bozal, ni correa-, le saltó en forma violenta sobre el rostro, sufriendo una lesión en su nariz que determinó la amputación de la punta nasal.
En Primera Instancia se aceptó el reclamo y la Cámara confirmó la sentencia, incrementando los montos asignados.
El fallo fue emitido por los miembros de la Sala G de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil en los autos "DE BETTIN, ALEJANDRA LUISA C/ PACIALEO, MARÍA ROSA Y OTRO S/ DAÑOS Y PERJUICIOS (ORDINARIO)" en el cual los camaristas señalaron que la accionante fue atacada por el perro y que dicho ataque le produjo daños, por lo que correspondía a los emplazados “acreditar que el ataque del perro Golden Retriever a la accionante obedeció a un hecho de la víctima o de un tercero, lo que no surge de ningún elemento probatorio”.
“La imprevisibilidad del temperamento de cualquier animal, aun de aquellos categorizados como domésticos, exigen adecuadas y suficientes medidas de seguridad para evitar que acciones o reacciones de aquéllos - naturalmente imprevisibles- puedan generar daños a terceros”, concluyó la sentencia.
En el caso no se acreditó que el animal se encontrare con “rienda y pretal o collar y bozal”, de acuerdo con las normas fijadas en el artículo 29 de la ordenanza 41.831 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que regulan el tránsito y la permanencia de perros en la vía pública.
“La imprevisibilidad del temperamento de cualquier animal, aun de aquellos categorizados como domésticos, exigen adecuadas y suficientes medidas de seguridad para evitar que acciones o reacciones de aquéllos - naturalmente imprevisibles- puedan generar daños a terceros”, concluyó la sentencia.
Los nuevos importes asignados por Cámara a la reclamante se compone de $ 3.615.000 por incapacidad sobreviniente, $ 192.000 por tratamiento psicoterapéutico y $ 1.800.000 por daño moral; además se confirmaron los asignados por el juez de primera instancia: $ 35.000 por gastos médico-farmacéuticos y traslados, $ 270.000 por tratamientos futuros, todo lo cual resulta en un total de $ 5.912.000
Al monto final deben aplicarse los intereses a tasa activa, desde la fecha del hecho (08/09/2014).
En concreto, los dueños del animal deberán afrontar cerca de $ 28.000.000 de condena, $ 3.000.000 del abogado de la reclamante, $ 2.500.000 de su propio abogado, $ 3.000.000 a los peritos intervinientes y $ 334.000 a la mediadora.
