Familias se autoevacuaron en medio de un intenso humo mientras varias dotaciones de bomberos luchaban por contener las grandes llamas.
Un feroz incendio se desató este lunes al anochecer en una fábrica familiar de la zona sur de Rosario rodeada de viviendas y había vecinos autoevacuados en medio de un fuego incontenible y un denso humo en toda la manzana.
El hecho se desató cerca de las 20 en una planta ubicada en Avenida del Rosario al 2700, donde se confeccionan paletas de pádel. Al rato ubicaron a los dueños, ya que el lugar estaba cerrado (funciona de 8 a 16) cuando todo se inició por causas aún no establecidas.
Varias dotaciones de bomberos luchaban contra intensas lenguas de fuego, aún sin control cuando el siniestro llevaba casi una hora, sin personas heridas aunque ambulancias se apostaron en la cuadra para atender a algunos afectados a nivel respiratorio.
“Es una catástrofe, nunca se vio esto, no pueden parar el fuego”, expresó una vecina mientras observaba a distancia, desde el móvil en vivo de Telenoche (El Tres). En el interior había cantidad de elementos de materiales muy inflamables como madera, carbono, resina o pegamento. El viento complicaba aún más el panorama.
La fábrica está emplazada en medio de una manzana poblada de casas, por lo que había gran preocupación, sobre todo, por los inmuebles linderos ante la magnitud que tomó el incendio. El fuego tomaba la fábrica desde el frente hasta la parte trasera, sobre calle Patria.
Al rato, se hizo presente en el lugar Nicolás, que se identificó como encargado de la empresa, además de ser primo de un dueño y sobrino de la otra propietaria.
Actualizó la situación a las 21.30 y dijo que “gran parte” del fuego pudo ser extinguido pero trabajaban sobre “focos puntuales” en el interior, donde la composición del material que se quemaba volvía casi estéril el agua de los bomberos.
“Supuestamente, empezó atrás, desde el interior. Además, hay un paredón muy alto, es difícil que haya entrado alguien”, estimó uno de los nueve empleados (dos administrativos y siete operarios, según detalló) que se desempeñan a diario allí pero que ya no estaban al inicio de las llamas.
Aseguró que él, junto a un compañero, fue el último en salir a la tarde. “Dimos la vuelta revisando que estuviera todo apagado; estaba todo en orden”, sostuvo Nicolás, y si bien esperaba un informe posterior de los bomberos, lamentó que, al parecer, “no se puede salvar nada” de lo que había en el lugar.
(Fuente: Rosario 3)