Cuatro hombres con americana y boina y armados con un mazo robaron una joyería en Países Bajos y salieron trotando a cámara lenta.
Cuatro hombres con americana y boina y armados con un mazo rodearon una joyería en la feria de TEFAF en Países Bajos, rompieron la vitrina, se hicieron con las piezas y salieron trotando a cámara lenta. No se sabe nada de ellos o de su paradero, pero se les etiqueta ya de “Peaky Blinders” por su disfraz distintivo de esa serie británica.
El robo duró medio minuto pese a que les costó romper la cristalera y todo sigue siendo un misterio, incluso para la Policía neerlandesa, pero circulan imágenes del atraco capturadas por visitantes de la feria que se ha celebrado toda esta semana en la ciudad neerlandesa de Maastricht y que tiene fama internacional por su oferta de calidad y gran valor.
Eran cuatro ladrones vestidos con americana, camisa, una boina en la cabeza, y todos llevaban gafas, una elección de indumentaria que no ha pasado desapercibida por su parecido con "Peaky Blinders", una serie británica creada por Steven Knight que relata las hazañas de una pandilla criminal formada tras la Primera Guerra Mundial.
EL BOTÍN
Los expertos están prácticamente seguros de que se trata de ladrones profesionales que sabían a lo que iban y dudan de que la Policía vaya a encontrar el botín en algún momento porque lo habitual, creen, es que las joyas sean desmontadas y procesadas.
Además, Maastricht está cerca de la frontera con Bélgica y Alemania y es probable que las piezas robadas ya hayan salido de Países Bajos, señala el historiador de arte Martijn Akkermans. “No sabemos absolutamente nada, ni siquiera qué robaron. Hay quien dice que es un collar o unos pendientes, pero no tenemos ni idea”, lamenta.
No está claro qué robaron porque es algo que la joyería londinense atracada, Symbolic & Chase, no quiere develar por una cuestión aparentemente de seguros, pero durante la visita a la inauguración de la feria, la vitrina que destrozaron los atracadores contenía varias joyas de Cartier, incluida una pulsera con piedras verdes o un collar de diamantes que ya no aparecen en las imágenes posteriores al robo.
La prensa neerlandesa incluye en el botín un collar con esmeraldas y perlas, valorado en 27 millones de euros y del que cuelga un diamante amarillo de 114 quilates, la joya más grande y preciada de esta trigésimo quinta edición de TEFAF.
Es la primera vez que veo algo así en Países Bajos: un atraco con violencia a plena luz del día, en una feria tan protegida y ante la presencia de cientos de visitantes. Sí hubo robos de noche, pero no lo que hemos visto en TEFAF. La policía lo tiene difícil, explica Akkermans, señalando que los ladrones optaron por las joyas porque son más fáciles de llevar que, por ejemplo, un cuadro.
UN MAZO Y ARMAS
No está claro cuándo ni cómo accedieron al centro de eventos MECC, tampoco si recibieron ayuda desde dentro. Eran las 11.40 horas cuando la policía recibió la llamada avisando del robo y, para entonces, los cuatro Peaky Blinders ya habían metido en una bolsa las piezas y se habían dado a la fuga.
La policía cerró de inmediato la autopista que lleva a Maastricht, y empezó a vigilar a los coches que circulaban. Minutos después, dos jóvenes belgas, uno de 22 y otro de 26 años, que mostraron un comportamiento extraño, según la policía, fueron arrestados como sospechosos.
Pero al día siguiente, la policía los dejó en libertad por falta de pruebas. No tenían las joyas ni las armas y nada confirma su vínculo con el robo. La investigación continúa abierta, pero sin sospechosos identificados o detenidos, confirma la policía.
Esta no es la primera vez que TEFAF ha tenido que ser testigo de robos. En 2008 robaron un collar de diamantes valorado en 1,2 millones de euros; en 2010 un colgante de diamantes y un anillo de platino por valor de 860.000 euros; y un año después los ladrones se llevaron tres collares y dos broches, todos de diamantes.
Pero el de este año ha sido un robo de película y ha dado para muchos comentarios en las redes sociales, donde se resalta la indumentaria de los ladrones, entre otros detalles del suceso.
La policía continúa intentando entender qué ha ocurrido y una de las grandes preguntas sigue siendo cómo lograron introducir el mazo y las armas en una feria en la que los guardias registraban los bolsos e iban incluso acompañados de perros policía.
Agencia EFE.