El hecho ocurrió días atrás en Ushuaia, Tierra del Fuego. “Es un sector muy frío y si te llegas a quedar atrapado en el agua te puede costar la vida”, señalaron desde Defensa Civil...
Una broma de mal gusto pudo haber terminado en una tragedia cuando un guía intentó una maniobra imprudente en las orillas del Lago Escondido, en Ushuaia, y la camioneta que manejaba terminó bajo el agua congelada y con cuatro turistas en su interior. El relato en primera persona de un hecho que no terminó con víctimas fatales “de milagro”, según los locales.
Lucas Etchegoyen (29) y su novio Andrés Greco (28) se encuentran de vacaciones en Tierra del Fuego. Dejaron la Ciudad de Buenos Aires, donde residen, para ir de paseo a Ushuaia con la idea de hacer varias expediciones y trekkings, además de conocer los poblados locales y la naturaleza.
Estando en ese plan, se hospedaron en el hotel Los Cauquenes Resort & Spa, y según cuentan, allí mismo contrataron una una aventura 4x4 por medio de la cual se recorre el Lago Escondido y el Lago Fagnano. “Es una excursión que se supone es muy tranquila, te llevan en un Toyota SW4 nueva. La idea era recorrer los lagos y comer un cordero asado mirando hacia el espejo de agua tomando una copa de vino”, le contó Lucas a Infobae.
“El viaje empezó de una manera muy amable, habíamos recorrido unos 40 o 50 minutos hasta la montaña. Paramos a tomar un vino en el lugar en el que después íbamos a comer”, relató el hombre. “Llegamos hasta el Paso Garibaldi, que es el único lugar de Argentina que está de los dos lados de la cordillera. Paramos para apreciar las vistas y sacarnos algunas fotos”, continuó Lucas.
En la camioneta, Lucas y Andrés no estaban solos. Además de Walter González (49), el conductor, estaban Miguel Ángel Arestegi (56) y Teresa Benítez (54), una pareja oriunda de Adrogué, provincia de Buenos Aires. Tras la parada, empezaron a descender hacia el lago “por una ruta vieja que está bastante maltrecha y pueden pasar solamente las 4x4″.
“Veníamos conversando y el guía nos contaba sobre la fauna del lugar, las tradiciones, los pueblos originarios, las actividades económicas y demás. Una vez que llegamos al lago y lo teníamos enfrente, había una playa de piedras. Entonces Walter, el guía, dice en chiste: ‘Bueno, vamos a ver si el agua está fría’. Y le dice a Teresa, a quien tenía al lado: ‘Tere, vas a ser la responsable de tocar el agua y decirnos cómo está’”, recordó Lucas desde Tierra del Fuego y aún shockeado por lo sucedido poco después.
“Entonces acelera, se mete de lleno en el agua —siguió el hombre de 29 años— En un momento el guía quiere doblar para girar hacia la costa y no le respondía la dirección, porque ya estábamos flotando. Entonces Teresa le pregunta: ‘¿Esto es seguro?’. Y el guía empieza a agarrarse la cabeza. Entonces, Miguel le dice: ‘Flaco, la pifiaste’. ‘¡Le pifié, le pifié!’, dijo el guía y yo dije: ‘¡Estamos cagados, vamos, vamos!’”.
“Hasta ese momento pensamos que hacíamos pie, que la camioneta estaba apoyada y que podíamos salir caminando. Ahí empieza a entrar el agua por todos lados. Entraba por los costados de las puertas y empieza a llegar hasta la ventana. Andrés dice: ‘¡Bajá la ventana, salí, salí, salí!” y el guía baja su ventana, se tira y se va. Y nos deja ahí, con la camioneta hundiéndose”, expresó aún con asombro Lucas.
Según cuenta en su relato, la sensación térmica era de 3°C y el agua estaba a 2°C. “Había viento fuerte y nevaba. Bajo mi ventana y empiezo a salir. Andrés intenta bajar su ventana y no funcionaba, porque ya se había cortado la electricidad de la camioneta. Salto por la ventana y cuando me meto en el agua me doy cuenta que estábamos jodidos porque yo mido 1.85 y no hacía pie”, recordó Lucas.
En su relato, cuenta que se quedó afuera esperando que salieran Miguel y Andrés: “Salen y Miguel va a rescatar a Teresa que estaba parada casi en el techo de la camioneta porque estaba en shock, estaba bloqueada”.
A continuación, él y Andrés nadaron hasta la costa. “Cuando llegamos, nos sacamos la ropa y vemos que Miguel empieza a pedir ayuda. El guía estaba agarrándose la cabeza en la costa y se quedó ahí”, siguió Lucas.
Ante el pedido de ayuda de sus compañeros de viaje, la pareja respondió con acción: “Ahí nos metimos de nuevo con Andrés, con el agua hasta el cuello, para ayudar a Teresa que estaba en shock, estaba dura y no se movía. La llevamos hasta la costa y ahí nos empezamos a desvestir, porque la temperatura es peor si te quedas con la ropa mojada”.
Lucas, que es Licenciado en Gestión Ambiental, hizo hincapié en la argumentación de Walter: “El guía se largó a llorar diciendo: ‘¡Me mandé una cagada, me mandé una cagada!’. Entonces Miguel le dice: ‘Flaco, por qué hiciste eso?’. Y le responde: ‘Es que nunca había hecho la maniobra. Yo una vez vi a uno que lo hizo, lo quise copiar y me mandé mal’”.
Cuentan que a los siete o diez minutos apareció una camioneta turística de otra agencia y comentó que alguien los vió y le avisó por radio. “El tipo estaba haciendo un tour y se desvió a toda velocidad para ayudarnos. Nos hicieron subir en la camioneta y nos prendieron la calefacción. Los demás turistas nos prestaron ropa y nos ofrecían lo que tenían a mano para tomar. Con Miguel nos quedamos abajo porque estábamos en shock, yo estaba en calzoncillos nada más”, recordó Lucas.
Miguel, de Adrogué, se puso a llorar preocupado porque decía que podría haber perdido a su mujer en la imprudente maniobra del conductor. “‘Si yo me muero, no pasa nada, pero si la pierdo a ella me mato’, decía. Y ahí nos obligaron a subir a la camioneta por la posible hipotermia. Yo estaba en calzoncillos y sentía calor, pero era por la adrenalina”, agregó el residente en el barrio porteño de Palermo.
Cuenta Lucas que el guía estaba preocupado por sacar la camioneta y nunca se preocupó por ellos. “Nos llevaron hasta Defensa Civil de Tolhuin. “Ahí se portaron re bien con nosotros, la chica del lugar nos prestó ropa también. Nos ofrecieron algo para tomar y nos pusieron calefacción. Nos tomaron declaración, pasó una ambulancia y nos tomó los signos vitales a todos. Estábamos todos con hipertensión y taquicardia”, detalló Lucas.
Defensa Civil Tolhuin confirmó a Infobae que el hecho ocurrió el pasado miércoles 12 en horas del mediodía. “Fue un susto, no hubo víctimas pero sí se trató de un hecho inédito por la profundidad en la que se encontró la camioneta”, aseguraron. En este sentido y en relación al riesgo de atravesar por una situación similar, precisaron desde la oficina en el municipio de Tolhuin, en Tierra del Fuego: “Es un sector muy frío y si te llegas a quedar atrapado en el agua te puede costar la vida”.
“Al día siguiente la camioneta apareció en el hotel con el hombre que la sacó y un buzo táctico. Nos dijeron que tuvo que ir un buzo táctico a engancharla para sacarla con una grúa. Nos dijeron que nos habíamos salvado de milagro, que la camioneta se había trabado con un tronco que estaba sumergido, que la profundidad del agua ahí es de más de 12 metros y que si no estaba ese tronco ahí, no llegábamos a salir”, advirtió Lucas.
“Nos comentaban también que el tiempo de supervivencia sin equipos en esa temperatura del agua es de tres a cinco minutos, que después de eso es muy difícil recuperar a la persona por el grado de hipotermia que tiene”, contó el Licenciado en Gestión Ambienta.
“La gente del pueblo que se enteró y se acercó a hablarnos. Nos dice que nos salvamos de milagro porque el lago te chupa y no te devuelve por la profundidad que tiene. Y que por la temperatura, la gente se muere: que no seríamos los primeros en morir ahí. Si es la primera vez que un chabón metió la camioneta para hacer una joda”, completó Lucas en su relato.