Los hechos ocurrieron entre julio y enero y las víctimas fueron despojadas de millonarias cifras. Los cuatro investigados se escaparon horas antes de los allanamientos realizados por la DDI. Trascendió que algunos de ellos estuvieron en el Mundial de Qatar.
Una banda de ladrones integrada por al menos cuatro hombres cometió una seguidilla de robos en departamentos de Mar del Plata y reunió un botín superior al millón de dólares y a los 42 millones de pesos.
Este miércoles la DDI local en sus allanamientos, incluido uno dentro de un barrio privado, no logró detener a ninguno de los investigados. Cuando la policía llegó a los domicilios se encontró solo con familiares de los cuatro hombres identificados como miembros de la banda.
Sin embargo, trascendió por estas horas que ya se presentó un abogado penalista en representación de algunos de los acusados y es probable que a la brevedad pueda haber detenciones.
Los hechos que se le atribuyen a esta organización se iniciaron en el mes de julio y se sostuvieron hasta semanas atrás, cuando la serie se cerró en un departamento de la zona de Playa Grande. En este último robo los ladrones se alzaron con una gran cantidad de dólares, la más grande de todos los casos.
El personal policial de la DDI y judicial (CATI en colaboración con Fernando Berlingeri) encargado de la investigación habría verificado salidas del país de algunos de los integrantes de la banda. ¿El destino?: Qatar, para ver el Mundial de Fútbol.
Entre los sindicados como autores de los hechos, hay un comerciante, un piloto de carreras de categorías zonales y el dueño de una agencia de autos y propietario también de una “cueva” de venta de dólares en el centro de la ciudad.
De acuerdo a la pesquisa desarrollada por el fiscal Berlingeri, esta banda desplegaba tareas de inteligencia en torno a las víctimas y lograba acceder a información sensible de ahorros o recientes operaciones inmobiliarias.
Luego se encargaba de duplicar llaves de acceso a edificios, para lo cual hacía visitas y hasta tomaba fotografías de llaves de algunos vecinos. Cuando las llaves eran con chip, computarizadas, hacían seguimientos en vehículos y utilizaban inhibidores para robarlas de adentro de los automóviles de las víctimas.
Los robos se cometían de “escruche”, es decir, cuando los moradores no estaban. Uno de los hechos los ladrones lo perpetraron cuando la familia damnificada estaba cenando, y los otros cuatros cuando estaban de viaje.
El primero de los hechos se produjo el 28 de julio del año ultimo en un edificio de Moreno al 3000 y unos días después, el 1° de agosto, la banda volvió a atacar en ese mismo domicilio. El tercero de los hechos acredidatos a estos delincuentes fue en Bolívar al 3500 el 13 de noviembre y el cuarto hecho en Rodríguez Peña al 100 el pasado 20 de enero.
Los roles estaban bien definidos entre los ladrones, ya que tres de ellos se dedicaban a entrar con sigilo a los departamentos luego de utilizar llaves que previamente copiaban. En ocasiones alguno se quedaba como campana, en otras se distribuían tareas para investigar a las víctimas y seguirlas. Por último uno de solo de los ahora prófugos era el líder, el que diagramaba los robos y también realizaba algo de inteligencia sobre las víctimas. Esta última persona conocía los movimientos de dinero.
Entre los gastos desmedidos de los cuatro involucrados se detectaron la compra de una camioneta Ford Raptor, de otra VW Amarok, de armas de fuego, del inicio de una operación para la compra de una vivienda. El sindicado como jefe de la organización habría realizado gastos por 70 millones de pesos.
Tras una serie de averiguaciones se logró identificar a cuatro de los autores de los robos y el fiscal Berlingeri pidió allanamientos para cinco domicilios, uno de ellos dentro del barrio Rumencó Joven.
Al allanar la policía no encontró a los cuatro individualizados pero sí secuestró prendas similares a las usadas en algunos de los hechos (todos quedaron grabados en video) y también otros elementos de valor.
Para el fiscal Berlingeri los cuatro involucrados deben afrontar cargos por asociación ilícita y hurto agravado por el uso de llave falsa o sustraída.
(Fuente: La Capital)