Uno de los espacios turísticos más emblemáticos de Bariloche, el teleférico del Cerro Otto, sufrió un audaz robo que superaría los 3 millones de pesos...
Uno de los espacios turísticos más emblemáticos de Bariloche, el teleférico del Cerro Otto, sufrió un audaz robo que superaría los 3 millones de pesos. Básicamente es todo el dinero recaudado durante el fin de semana largo de Carnaval que generó un nivel de ocupación superior al 80% en localidad cordillerana.
Se trata de un robo especialmente sensible puesto que el teleférico es propiedad de la Fundación Sara María Furman que, año tras año, entrega la totalidad de sus ganancias con fines benéficos. Al menos el 50% de sus ingresos son donados al hospital local.
Los ladrones demostraron un acabado conocimiento del edificio que se ubica en el kilómetro 5 de Avenida Pioneros y justo enfrente de la Comisaría 27. Un área clave del turismo local donde se concentran comercios, supermercados y complejos de cabañas. Es también una vía de ascenso para quienes se atreven a subir caminando el cerro del mismo nombre.
Los intrusos ingresaron al lugar después de las 18 horas del martes por la puerta principal, cuando la actividad ya había concluido. Una vez adentro avanzaron directamente hacia la oficina en la que se ubica la caja fuerte. Para llegar a esta dependencia apenas si rompieron la cerradura de ingreso y la puerta de la cocina. El primero en constatar las anormalidades fue un jardinero que llegó el miércoles a hacer sus labores alrededor de las 8 de la mañana.
El edificio carece de alarmas y las cámaras de seguridad interiores fueron cubiertas por los asaltantes. Para colmo, el encargado de manipular estos dispositivos está de vacaciones, según trascendió.
Las investigaciones revelan que utilizaron herramientas eléctricas sobre la caja metálica que contenía los fajos de billetes. Por ahora la Policía de Río Negro no tiene sospechosos, se supo. En la causa intervienen los fiscales Inti Isla y Cristian Barría. En principio serán interrogados todos los empleados del teleférico y se cotejarán sus actividades previas y posteriores al robo, indicaron fuentes locales.
Durante el procedimiento, los integrantes del Gabinete de Criminalística de la Policía provincial tomaron huellas digitales en los puntos clave del edificio que atravesaron los desconocidos.
Al menos una cosa es segura, indican fuentes de la investigación, los ladrones conocían el plano del edificio y, aun con mayor precisión, dónde se ubicaba la caja fuerte. Tomando en cuenta el sistema con que fue violada, también es probable que estuvieran al tanto de las características de la propia cerradura.
Los ladrones realizaron una tarea limpia y no cometieron ningún tipo de desmán, se informó. Los empleados del teleférico no detectaron otros faltantes ni roturas en las dependencias.
La Policía se dedica por estas horas a analizar el contenido de las cámaras de vigilancia de los alrededores con el propósito de descubrir movimientos sospechosos en las calles.
Bariloche se vio desbordada de turistas en los últimos cuatro días. El teleférico puede trasladar a más de 350 personas por jornada, bajo el nuevo protocolo sanitario, aunque cientos de vehículos estacionan en su frente y en los alrededores, por lo que el trabajo de los expertos resultará arduo.
En el frente del edificio del teleférico se ubica un estacionamiento y justo atrás hay un campo que también pertenece a la Fundación Sarah Furman, utilizado para hacer deportes y pasear.
“El resto de las puertas del edificio permanecían cerradas”, informó el oficial Pablo Millaguán, a cargo de la Comisaría 27. El agente reconoció que el edificio tiene un sistema de “cámaras sofisticado”, pero que resultó inútil en este orden de cosas. La Comisaría 27 está a unos 250 metros del ingreso al teleférico, cruzando la Avenida Pioneros. /Clarín
(Contexto Tucumán)