Reducir el impacto ambiental como parte de la gestión de manejo seguro en las organizaciones

El calentamiento global, la huella de carbono y la falta de capacitación en materia de sustentabilidad producen grandes daños al medio ambiente que podrían tener menor impacto con las herramientas adecuadas...


El calentamiento global, la huella de carbono y la falta de capacitación en materia de sustentabilidad producen grandes daños al medio ambiente que podrían tener menor impacto con las herramientas adecuadas...



El calentamiento global, la huella de carbono y la falta de capacitación en materia de sustentabilidad producen grandes daños al medio ambiente que podrían tener menor impacto con las herramientas adecuadas. Una de las maneras de colaborar con esta mitigación, y a la vez ser eficiente en una empresa, es implementar soluciones de eco-conducción que faciliten la gestión del manejo de las flotas y la administración responsable de los conductores.

Según el último Boletín de la OMM sobre los gases de efecto invernadero: “solo cuando las emisiones netas de CO2 procedentes de combustibles fósiles se acerquen a cero, la absorción neta por parte de ecosistemas y océanos comenzará a reducir las concentraciones de este gas en la atmósfera. Incluso entonces, la mayor parte del dióxido de carbono ya emitido permanecerá allí durante varios siglos y seguirá calentando nuestro clima”.

Entonces, ¿cuáles son las mejores prácticas para que la gestión de flotas sea más segura y más sustentable?

  1. Encontrar la ruta óptima para cada viaje. Contar con herramientas que colaboren en la administración eficiente de tareas y recorridos, permite lograr grandes ahorros en combustible. Además de gestionar el comportamiento de manejo de los conductores o la seguridad de las cargas, la gestión de los recorridos proporciona valor agregado y representa un gran diferencial para las organizaciones.
  2. Monitorear el desempeño de conductores y fomentar conductas eficientes.  Con la incorporación de soluciones que permitan realizar un control minucioso sobre el comportamiento de manejo evaluando las maniobras, es posible gestionar evolutivamente los gastos relacionados con el uso y el mantenimiento de los vehículos: inactividad (motor encendido sin movimiento), kilómetros recorridos fuera del horario comercial, aceleraciones y frenadas bruscas, excesos de velocidad, giros violentos, entre otras maniobras peligrosas.
  3. Mantener la flota en buen estado. Cada vez más organizaciones reconocen la necesidad de optimizar sus recursos, mediante la adopción de soluciones efectivas para la gestión de la flota y de su fuerza de trabajo, utilizando tecnología de vanguardia. En especial en lo relacionado a la administración de los costos asociados al mantenimiento preventivo.
  4. Brindar capacitación al personal y conductores. La incorporación de soluciones de manejo seguro permite pensar a mediano plazo, en una posible reducción significativa de los incidentes viales. Los dispositivos de feedback en cabina -que emiten alarmas visuales y sonoras a partir del comportamiento de manejo según su nivel de severidad (bajo, medio o alto)-, facilitan a los conductores a detectar y corregir en el momento sus costumbres no seguras frente al volante. Todas las maniobras realizadas, incluidas las alertas de eventos, también pueden ser recibidas por los administradores de flotas en tiempo real a través de una app, además de quedar registradas en la plataforma de gestión.

https://www.youtube.com/watch?v=U3kcgBnsJzk

Mejor performance de manejo

Siempre y cuando las flotas estén en buen estado, el factor más importante que afecta al consumo de combustible es el comportamiento de manejo. En este sentido, se recomienda proporcionar a los conductores entrenamientos basados en ejes como los sugeridos a continuación, para poder notar la diferencia en el consumo de combustible:

  • Conducir suavemente: acelerar de forma suave y cambiar de marcha antes de llegar al límite de revoluciones. La conducción con velocidad constante ahorra cantidades sustanciales de combustible en comparación con la aceleración brusca y el frenado repentino (+ 31% de eficiencia).
  • Controlar la velocidad: la velocidad óptima para una máxima eficiencia de combustible se estima entre 80 y 90 km/h para un automóvil y entre 10 y 20 km/h menos para un vehículo comercial más grande. Cada 10 km/h por encima de estas velocidades disminuye la eficiencia en aproximadamente un 6%.
  • Mantener los neumáticos con la presión correcta de aire (+3% de eficiencia): los neumáticos con menor presión de la indicada pueden hacer que el consumo de combustible aumente hasta en un 6%.
  • Reducir el ralentí (inactividad): si el motor está encendido sin movimiento, se está consumiendo combustible. Se puede desperdiciar un cuarto de galón de combustible por cada 15 minutos de inactividad. “Se recomienda apagar el motor cada vez que esté esperando estacionado durante más de 30 segundos” (+4% de eficiencia), según lo declarado por Consumer Reports.

https://youtu.be/hUWCPhxyr5M