Una vez suscripta cualquier póliza se debe estar atento durante la vigencia de esta, a cualquier circunstancia a las condiciones iniciales bajo...
Atendiendo al famoso dicho en el ámbito asegurador que reza “que en todo momento se debe actuar como un buen padre de familia”, una vez suscripta cualquier póliza se debe estar atento durante la vigencia de esta, a cualquier circunstancia a las condiciones iniciales bajo las cuales fue pactada la suscripción y que por ende sea necesario adecuarse a tal escenario con modificaciones al contrato de seguros inicial.
Ahora bien, cuando se está frente a una suscripción de una póliza para amparar una obra de construcción y/o montaje, el seguimiento al desarrollo de la obra es básicamente imprescindible por no decir que obligatorio para todas las partes intervinientes en la póliza. Se debe estar muy atento a elementos tales como: desviaciones en el cronograma de actividades, agravaciones de riesgo, variaciones en el presupuesto de la obra, cambios en el alcance de los trabajos a efectuar, alguna condición en el suelo no detectada en el respectivo estudio previo, y cualquier otra circunstancia que pueda modificar las condiciones de póliza consideradas para la suscripción de la misma. Siempre se debe tener una actitud proactiva de manera de mantener una fluida comunicación para el debido seguimiento de la obra, y evitar situaciones que puedan comprometer la efectividad de las coberturas y condicionamientos inicialmente acordados.
Es común y más en algunos países latinoamericanos, el que se susciten variaciones significativas en el presupuesto de la obra y su valor final, como consecuencia de variables económicas como la inflación y/o ajustes en la política cambiaria del país. En otros casos, alguna condición inherente al proyecto de ingeniería que sobreviene durante la fase de ejecución, al no ser identificada en la etapa de diseño, y en este caso es muy probable en que se incurran en costos adicionales, así como en actividades que pudiesen incluso derivar en el peor de los casos, en un cambio de alcance. Por otro lado, están los muy frecuentes retrasos en la ejecución de la obra como consecuencia de condiciones climáticas, paralización de la obra por alguna medida de presión gremial en búsqueda de reivindicaciones laborales, eventualidades frente a lo cual, es fundamental el analizar las repercusiones en la póliza suscripta y que cambios serian necesarios realizar de ser el caso, para así no ir indefectiblemente en demerito de la protección de la obra inicialmente prevista mediante la transferencia de riesgo a la compañía de seguros.
En un artículo previo fue tratada la relevancia de conocer quien puede aportar las informaciones necesarias para suscribir una póliza de Todo Riesgo de Construcción / Montaje, estas mismas personas son las que nos permitirán tener de primera mano el levantamiento documental acerca del progreso y novedades de la ejecución de la obra, mismo que permitirá concertar cualquier medida en pro de los mejores intereses de las partes intervinientes en la transferencia de riesgo pactada (Tomador-Asegurado-Financista, Asesor de Seguros, Compañía de Seguros).
“algunos de los custodios naturales de tales informaciones dentro de un proyecto, y dependiendo de la magnitud, y complejidad del mismos son: el ingeniero planificador (o departamento para tal fin), la gerencia de proyecto, y el departamento de gestión de documentos.”
Ahora bien, más allá de los imprevistos y situaciones sobrevenidas, existen hitos críticos durante la ejecución de un proyecto de ingeniería, mismos que son determinantes para la exitosa finalización de la obra en el tiempo previsto. Dependiendo de su complejidad y/o repercusiones, en ocasiones es necesario el acompañamiento de un representante de la compañía de seguros en el predio mismo de la obra durante el desarrollo parcial o total de la operación. Este representante o representantes per se son asesores, y cuya función es la de identificar potenciales riesgos que puedan materializarse. Para tales acompañamientos es necesario que quienes representen a la compañía de seguros, cuenten con el entrenamiento y conocimiento necesario para poder asistir de ser el caso, a quienes dirigen la obra en sitio. La compañía de seguros en ocasiones contrata a una firma con experiencia en esta labor y con especialistas en obras de ingeniería para estos acompañamientos.
En la imagen se muestra un ejemplo de una operación compleja de izamiento que involucró a dos grúas de celosía, con una tercera grúa en espera para intervenir ante cualquier situación no deseada, esta operación de izamiento para un proyecto de montaje de una planta de producción de Metanol. El equipo en cuestión es primordial en el proceso de producción de metanol a partir de gas natural, su correcto posicionamiento sin comprometer la integridad estructural del mismo era fundamental, ya que cualquier daño al mismo podría haber supuesto un retraso de incluso de más de 24 meses en la culminación de la obra y posterior puesta en funcionamiento de la planta, lo cual hubiese acarreado pérdidas económicas al dueño del proyecto, hubiese activado coberturas en la póliza de daños directos y de retrasos en puesta en operación, llegando inclusive a una potencial activación de la cobertura de nombre “pérdida de beneficios por anticipado”.
El caso anterior es un ejemplo de una gran obra con equipos sobredimensionados en la que fue necesaria la presencia de expertos en el frente de trabajo, pero los mismos principios de seguimiento pero ya de una manera documental aplican para básicamente cualquier obra, debemos contar con informes periódicos sobre el avance de la obra junto a un cronograma de actividades de seguimiento (ejemplo diagrama de Gantt de seguimiento) y, la valuación de obra del momento, así como cualquier novedad sobrevenida que sea relevante, lo ideal es recibir estos documentos una vez por mes, o con la periodicidad previamente acordada entre las partes. Así obraremos como el “Buen padre de familia” para velar por los mejores intereses de quienes pactaron la promesa escrita (póliza de seguros) para de amparar el patrimonio a edificar y erigir.
Es mi sincero deseo que estas líneas sean de provecho para la práctica de todos los involucrados en la gestión, y suscripción de riesgos.
Muy cordialmente,
Ing. Orlando Díaz Clavero