En este breve informe especial, FIX (afiliada de Fitch Ratings) comenta sobre la situación actual y perspectivas crediticias de los distintos sectores en el país.
En este breve informe especial, FIX (afiliada de Fitch Ratings) comenta sobre la situación actual y perspectivas crediticias de los distintos sectores en Argentina:
Contexto Macroeconómico
FIX (afiliada de Fitch Ratings) – en adelante FIX – considera que en los primeros 11 meses de gestión de la nueva administración nacional, se han alcanzado importantes resultados en materia económica, estabilizando la dinámica de la nominalidad y las expectativas de los agentes frente a un panorama que se preveía con elevada incertidumbre. El 10 de diciembre de 2023, el gobierno de Javier Milei heredó una economía con un importante problema de stocks, entre la masa monetaria en moneda local y las reservas internacionales, lo que decantaba en múltiples desequilibrios micro y macroeconómicos. Los precios regulados por el gobierno como la energía y el tipo de cambio, se encontraban comprimidos artificialmente por la coyuntura electoral, cuya dilatación acumulaba una mayor presión a futuro. Adicionalmente, existía un importante rezago real en el tipo de cambio, una elevada inercia inflacionaria, un déficit fiscal de 5% del PIB y cuasi fiscal cercano a 10% del PIB, deudas con importadores y reservas netas negativas superior a los USD 10.000 millones. Esto reflejaba la gran fragilidad en la cual se encontraba la economía.
Ante este escenario, el gobierno nacional fijó como piedra angular de su programa de estabilización el equilibrio presupuestario global -principalmente con una fuerte contención real del gasto, complementado con una política monetaria y cambiaria focalizada en equilibrar el balance del Banco Central y dar previsibilidad en la evolución del tipo de cambio. Ante la licuación y el menor crecimiento de la oferta monetaria, la escasez de pesos comenzó a ser cada vez más relevante, lo que permitió que el stock de pesos convergiera en términos reales gradualmente hacia el stock de reservas que se incrementaban por mayores liquidaciones del agro, mejora en las expectativas de los agentes privados y la instrumentación del Bopreal que satisfacía la demanda de divisas cautivas de los importadores a corto plazo. La estabilización de las dos unidades de medida de los activos internos (pesos y dólares), redujo la volatilidad e incertidumbre, dando lugar a una remonetización impulsada por el paquete fiscal (Ley N°27.743). Un punto relevante para destacar es que, a pesar de que el costo del programa radicó en una caída en el nivel de actividad y un significativo empeoramiento de los indicadores sociales, la sociedad mostró cierta resiliencia reflejado en buenos niveles de aceptación social a la gestión del gobierno nacional.
De acuerdo con los últimos datos observados, FIX estima en su escenario base que el 2024 cierre con una caída en el nivel de actividad del -3,2%, con una marcada heterogeneidad sectorial. La inflación continuará a la baja y se ubicará en torno al 120% a/a, lo que marcará una significativa desaceleración respecto del pico de 289% a/a de abril 2024. Se prevé la continuidad del crawling peg del 2% mensual lo que cerraría en un tipo de cambio próximo a ARS/USD 1.020, con una brecha cambiaria de un dígito. Las reservas brutas se ubicarían cercanas a los USD 30.000 millones, y las netas seguirían siendo negativas. En materia fiscal, se espera un moderado superávit primario y un resultado financiero equilibrado.
Para 2025, los principales desafíos se centrarán en los vencimientos en moneda extranjera por USD 18.100 millones, así como obtener mejoras sustantivas en el nivel generalizado de actividad y en indicadores sociales. En enero y en julio del 2025, Argentina deberá afrontar dos pagos por USD 5.000 millones en concepto de capital e intereses por los títulos públicos en moneda extranjera. A la fecha, el gobierno nacional ya depositó los fondos correspondientes al primer pago para evitar incertidumbre, y se negocia un préstamo repo con un conjunto de bancos privados para reponer transitoriamente stocks. El mercado espera que en línea con lo que viene mostrando la gestión nacional, en el corto plazo se obtengan los fondos que garanticen el pago de julio 2025 para despejar incertidumbre. De mantenerse cierta estabilidad macroeconómica y garantizando el pago de los servicios de deuda 2025, se estima que el riesgo país continúe comprimiéndose, abriendo la ventana a una potencial salida al mercado en el futuro.
En cuanto a los indicadores de la economía real, la Calificadora estima una expansión del consumo privado explicado por un crecimiento del salario real -traccionado por el del sector privado-, sumado a un repunte del crédito interno que motorizará principalmente la demanda de bienes durables y semidurables y, dada su prociclicidad, decante en una recuperación de la inversión privada. FIX entiende que si bien en 2025 hay elecciones legislativas y el gasto público usualmente tiende a exacerbarse, no prevé que el gobierno nacional realice erogaciones extraordinarias que atenten contra el equilibrio fiscal dado que es la principal ancla de su programa económico y político. No obstante, el resultado de las elecciones de medio término va a definir los grados de libertad que tendrá el gobierno nacional para continuar implementando las reformas que consideren pertinentes. En cuanto al aspecto monetario y cambiario, se estima que el Banco Central continuará con una política acomodaticia, definiendo una tasa de interés real moderadamente positiva para seguir fortaleciendo la demanda de dinero. Asimismo, se prevé que, ante la mejora del crédito continúe la reconversión de los saldos en LEFI´s y tenencia de títulos públicos de las entidades financieras en préstamos al sector privado.
Asimismo, FIX entiende que el principal interrogante a corto y mediano plazo será el momento en el cual se encuentren las condiciones macroeconómicas adecuadas para unificar el tipo de cambio. En el escenario base de la Calificadora, se espera que las cotizaciones alternativas continúen convergiendo a una cotización de ARS/USD 1.100 al cierre del 2024, y reflejen una brecha de un dígito respecto del tipo de cambio oficial (Com. “A” 3500). Adicionalmente, la eliminación del impuesto país el 23.12.2024 contribuirá a comprimir la brecha cambiaria respecto del dólar importador. No obstante, a pesar de que el 2025 iniciaría bajo condiciones cambiarias favorables, técnicamente es menester acumular un buen stock de reservas netas positivas que permitan compensar una potencial demanda de divisas. Por lo que, si bien las cotizaciones pueden evolucionar en guarismos similares, existe un riesgo latente por demanda de moneda extranjera que podría alterar la estabilidad cambiaria. En este sentido, se considera como condición necesaria para la unificación cambiaria alcanzar un stock de reservas netas positivas significativo. Desde el lado de los ingresos, se espera que el superávit comercial ascienda a USD 11.000 millones. Las exportaciones de bienes alcanzarían los USD 82.000 millones principalmente por el sector agrícola -las lluvias de octubre y noviembre permitieron mitigar el riesgo sequía y mejorar las condiciones para la siembra de la campaña 2025-, y en menor medida al sector energético. La mejora esperada en el nivel de actividad e inversión traccionará las importaciones en las que se estima que asciendan a USD 71.000 millones. En los últimos meses, se ha acortado el rezago en el pago de las importaciones y se prevé que se encuentre completamente normalizado el acceso en 2025.
Por último, es interesante resaltar las opiniones de numerosos especialistas de diferentes segmentos remarcando que el país enfrenta un cambio de régimen económico, con una transición que conlleva numerosos costos sociales pero que, aun así, una gran proporción de la sociedad mantiene su apoyo a la gestión nacional. Las próximas elecciones legislativas de noviembre 2025 marcarán un hecho relevante para el país dado que podrían esclarecer el grado de apoyo de la sociedad al plan de gobierno, y la eventual potestad con la que contará el poder ejecutivo en el Congreso y su impacto en las definiciones de la política económica.