Los seguros paramétricos, en pleno auge

La mayor volatilidad e imprevisibilidad del mundo de hoy está dando como resultado en innovaciones y nuevos tipos de productos por parte de las compañías aseguradoras...


La mayor volatilidad e imprevisibilidad del mundo de hoy está dando como resultado en innovaciones y nuevos tipos de productos por parte de las compañías aseguradoras...



La mayor volatilidad e imprevisibilidad del mundo de hoy está dando como resultado en innovaciones y nuevos tipos de productos por parte de las compañías aseguradoras. En este sentido, los seguros paramétricos están creciendo en importancia y popularidad. Según Instech, 2022 ya es un año récord en inversión en seguros paramétricos. Pero, ¿en qué consisten los seguros paramétricos?

Los seguros paramétricos se caracterizan por ofrecer indemnizaciones predefinidas que se abonarán si suceden acontecimientos predeterminados, independientemente de los daños o pérdidas reales ocasionadas. Pongamos, por ejemplo, un seguro paramétrico de hogar en el cual si en una localización se alcanzan parámetros como ciertas velocidades de viento o litros de precipitación, esto ocasiona la indemnización al asegurado de la cifra acordada, independientemente de los daños reales sufridos por la vivienda. El hogar podría estar intacto pese a las inclemencias climáticas y el asegurado recibiría el importe acordado, y al contrario: podrían haber sucedido daños por vientos o lluvias menos intensos de lo establecido por el contrato, y el asegurado no sería indemnizado. Esta es la diferencia clave respecto a los seguros tradicionales, en los que se calculan los importes de las indemnizaciones teniendo en cuenta los daños reales ocurridos.

Las aplicaciones de los seguros paramétricos son numerosas y, en teoría, cualquier parámetro que se pueda medir o verificar objetivamente puede ser utilizado: terremotos de cierta magnitud, ciberataques, tiempo de retraso de vuelos, malas cosechas agrícolas, entre muchos otros.

Las ventajas de los seguros paramétricos tienen que ver sobre todo con la mayor agilidad para resolver siniestros. Las resoluciones son prácticamente automáticas: si se han producido ciertos hechos, no hay necesidad de emplear tiempo y recursos económicos en procesos de peritaje para determinar cuál debe ser la indemnización a abonar. Está predefinida por contrato. Esto agiliza en gran medida los plazos en que los asegurados reciben los importes. Por otra parte, la probabilidad de que los asegurados cuestionen el importe de las indemnizaciones se reduce al mínimo, ahorrando tiempo y dolores de cabeza para las aseguradoras. En definitiva, los seguros paramétricos se traducen en mayor agilidad y predecibilidad para ambas partes.

La mayor flexibilidad y el gran potencial de aplicaciones de los servicios paramétricos también ayudan a comunidades más vulnerables a asegurar riesgos que hasta ahora han estado menos asegurados, como la sequía o las malas cosechas. Otra ventaja radica en la menor probabilidad de fraude, ya que los hechos ocurridos son objetivos y verificados de forma independiente, reduciendo los casos fraudulentos, así como también los recursos empleados para investigar los siniestros.

Sin embargo, no todo son ventajas. El inconveniente más obvio está en las diferencias entre los daños reales ocurridos y las indemnizaciones abonadas al asegurado. Por definición, bajo estas coberturas, los siniestros van a diferir de las pérdidas reales, en mayor o menor medida. El cliente puede hacer estimaciones incorrectas sobre la magnitud de los hechos que pueden ocasionarle daños, y haber firmado una póliza que permita situaciones de pérdida para el asegurado, pero cuyas características no alcanzan los límites establecidos para pagar la indemnización. Puede darse la situación contraria, en que no se produzca ningún daño al asegurado, pero ocurra el hecho que activa la indemnización, perjudicando a la aseguradora.

En casos en los que la diferencia no sea grande, las ventajas relacionadas con la mayor agilidad y predecibilidad serán apreciadas. Sin embargo, hay que diseñar y elegir bien las pólizas por ambas partes, para que el producto resulte beneficioso. En este sentido, una buena idea puede ser optar por una póliza híbrida, que combine el pago de una suma predeterminada basada en un parámetro con el proceso tradicional de notificación de siniestros, verificación e indemnización.

(Fuente: Inese.es)