Los desastres dejaron pérdidas de 270 mil millones de dólares en 2022

Motorizados por el evento Triple La Niña y el cambio climático, los desastres han causado enormes pérdidas globales en 2022. Repasamos cuáles son los eventos más costosos del año que pasó.


Motorizados por el evento Triple La Niña y el cambio climático, los desastres han causado enormes pérdidas globales en 2022. Repasamos cuáles son los eventos más costosos del año que pasó.



Münich Re es uno de los principales proveedores mundiales de reaseguros y posee una de las bases de datos más completas del mundo para analizar y evaluar las pérdidas causadas por desastres, que son analizadas en un reporte anual.

Según esta empresa, el cambio climático y La Niña han motorizado las pérdidas en 2022: 120.000 millones de dólares en pérdidas pagados por las aseguradoras, significativamente más que el promedio de 1997–2021.

En 2022, el triple episodio de La Niña favoreció las chances de huracanes en el Atlántico, sequías en Sudamérica, inundaciones en Australia, sequías y olas de calor en China, sequías en el este de África y fuertes lluvias monzónicas en partes del sur de Asia.

En cuanto al desastre más costoso para las aseguradoras, sin lugar a duda lo ha sido el huracán Ian, que llegó a la costa de Florida en septiembre con velocidades de casi 250 km/h. Sólo las pérdidas causadas por Ian sumaron unos USD 100.000 millones, más de una tercera parte de las pérdidas globales y la mitad de las pérdidas aseguradas en todo el mundo: USD 60.000 millones.

América del Norte volvió a dominar las estadísticas de pérdidas debido a la devastación causada por el huracán Ian. En conjunto, los desastres naturales en América del Norte destruyeron activos por un valor aproximado de US$ 150.000 millones, especialmente en Estados Unidos donde prácticamente 2/3 de los daños por desastres tenían cobertura de seguros.

Junto con Ian, el huracán Fiona fue responsable de gran cantidad de pérdidas económicas. Los incendios forestales, particularmente en California, estuvieron muy por debajo del promedio y los múltiples eventos de lluvia redujeron considerablemente el riesgo de incendios forestales. Por el contrario, las pérdidas en los EE. UU. como consecuencia de tormentas convectivas severas estuvieron por encima del promedio de los últimos cinco años, sumando unos de USD 32.000 millones. Un solo frente de tormenta con tornados y granizo en junio provocó pérdidas por USD 3.000 millones.

“En términos de pérdidas aseguradas ajustadas a la inflación, Ian fue el segundo ciclón tropical más costoso después del huracán Katrina en 2005″, indican desde Munich Re.

La Tormenta Invernal Elliott paralizó gran parte de los EE. UU. poco antes de Navidad, con fuertes nevadas, temporales de viento y temperaturas que bajaron a -20 °C. Casi 2 millones de hogares se vieron afectados por cortes de energía, y más de 50 personas perdieron la vida. Por lo reciente de este evento, aún no se dispone de información confiable sobre el costo de las pérdidas.

Muchos países de Europa tuvieron un verano con calor extremo y sequía, seguidos de severas tormentas eléctricas con granizo. En el Reino Unido, la temperatura subió por encima de los 40 °C por primera vez en la historia. Debido a los bajos niveles en los ríos de Alemania e Italia, la navegación comercial tuvo severas restricciones, con impactos económicos difíciles de cuantificar.

Las altas temperaturas y las escasas precipitaciones favorecieron los incendios forestales, que con 800.000 hectáreas superaron en dos veces y media el promedio anual de los 15 años anteriores. Fuertes granizadas en Francia provocaron pérdidas de USD 7.200 millones, y en el noreste de España, hubo heridos y hasta un muerto por una tormenta de granizo extremadamente severa.

Este 2022 en Europa también los ciclones extratropicales causaron pérdidas sustanciales. En febrero, una serie de temporales con vientos superiores a los 110 km/h en el norte y noroeste de Europa, provocaron pérdidas por 5.600 millones de dólares.

Los análisis de atribución rápida coinciden en la influencia del cambio climático en las olas de calor y las sequías registradas en este 2022.

En la región de Asia-Pacífico, las pérdidas por desastres aumentaron a unos USD 70 mil millones en 2022.

Sólo en Pakistán, las pérdidas causadas por las inundaciones sumaron USD 15.000 millones, sin contar las pérdidas humanas, que sumaron más de 1.700. Hubo 33 millones de personas desplazadas que perdieron sus hogares, puentes y carreteras destruidas, además de las cosechas que se perdieron.

En Japón, un sismo de magnitud de 7.4 provocó pérdidas totales por USD 8.800 millones, de los cuales tan sólo USD 2.800 millones estaban asegurados. Este terremoto fue el segundo desastre más costoso en la región de Asia y el Pacífico después de las inundaciones en Pakistán.

Las inundaciones en Australia han sido el segundo desastre más costoso en 2022 para las aseguradoras. Si bien las pérdidas fueron menores a las del terremoto en Japón, unos USD 8.100 millones, las pérdidas aseguradas fueron algo menos que el doble, unos USD 4.700 millones (contra USD 2.800 millones de Japón).

En China, una ola de calor con temperaturas superiores a los 44 °C en muchas partes del país, y una sequía prolongada, impactaron en las cosechas y en la disponibilidad de agua en ríos y embalses La producción de electricidad de las centrales hidroeléctricas cayó drásticamente, por lo que hubo cortes de energía que afectaron a la producción industrial. Según estimaciones aproximadas, los daños, incluidas las pérdidas por malas cosechas, podrían rondar los miles de millones de dólares, y sin ninguna cobertura de seguros.

Los peores desastres de 2022 en África fueron de origen hidrometeorológico. Luego de lluvias monzónicas inusualmente intensas en Nigeria, gran parte de esta nación africana quedó bajo el agua durante semanas. Más de 100.000 edificios dañados, y unas 500.000 hectáreas de tierras cultivables quedaron destruidas. Las pérdidas humanas superaron las 600 personas.

El agravamiento de la devastadora sequía que sufre el Cuerno de África, afecta a unos 18 millones de personas, las que enfrentan una hambruna severa como consecuencia de la peor sequía en 40 años en esa región.

En el este de Sudáfrica, un intenso sistema ciclónico provocó lluvias extremas, con más de 450 mm de precipitación acumulada en 48 h, disparando varios eventos de inundaciones, con pérdidas superiores a los 4.000 millones de dólares, de los cuales 1.000 millones estaban asegurados.

Una sequía severa afecta el este de Argentina, sur de Brasil, Paraguay y Uruguay.

En Brasil, las pérdidas son de varios miles de millones de dólares. En Argentina, las pérdidas por menor rinde en los cultivos debido a la falta de lluvias pueden ser mayores a los USD 10.000 millones, con un fuerte impacto en la economía nacional. La navegación comercial en el Rio Paraná, se vio restringida por la bajante de ese río, principal hidrovía comercial de Argentina y Paraguay.

Los incendios forestales en regiones centrales de Sudamérica, motorizados por la falta de lluvias, han provocado las mayores emisiones de carbono en casi 20 años. La provincia argentina de Corrientes vio consumidas por el fuego más de 800.000 hectáreas, aproximadamente el diez por ciento de la superficie de esta provincia. Ciudades como Rosario, en el centro de Argentina, se han visto invadida por el humo en numerosas ocasiones, con afectación a la salud de sus habitantes. La sequía también causó una gran mortandad de animales, y eventos de heladas afectaron el rinde de granos y oleaginosas, golpeando duramente también al sector vitivinícola de Argentina.

(Fuente: Meteored)