Es la "temporada alta" de embarcaciones. El fin de semana pasado, un joven de 18 años murió tras un accidente en San Fernando.
Es la "temporada alta" de embarcaciones. El fin de semana pasado, un joven de 18 años murió tras un accidente en San Fernando.
Nada está quieto en el Delta hoy. El bucólico paisaje dentro de la Provincia de Buenos Aires está en constante movimiento y crecimiento. Lo mismo pasa con su población. Y la próxima primavera inaugura la temporada alta del agite en estas aguas.
Las tardes y las noches pasan del silencio invernal al ruido de motores, la música desde parlantes y el olor a combustible, en fines de semanas repletos de embarcaciones. A la par, también aumenta el riesgo de choques de lanchas.
La Fiscalía de Rincón de Milberg, en Tigre, tiene la jurisdicción Delta, que entre San Pedro y Olivos concentra el 90% de estos casos, que van desde lo material, destrucción o hundimiento, pasando por lesiones leves y hasta víctimas fatales.
El fiscal a cargo, Sebastián Fitipaldi, habló con Clarín de las razones detrás de estas colisiones. Y las principales tienen que ver con no cumplir las reglas.
Fitipaldi llevó adelante la causa que tuvo origen el sábado 10 de septiembre, cerca de las 21, cuando la lancha en la que navegaba Martín Barrios, de 18 años fue chocada por otra de mayor porte en el cruce del canal Vinculación y el Río Luján, a la altura de San Fernando. El, que volvía a su casa luego de trabajar entregando madera en una de las islas, cayó al agua, desapareció y la Prefectura Naval Argentina (PNA) encontró su cuerpo este jueves a la tarde.
En la embarcación más grande viajaban seis personas que resultaron ilesas. Según las primeras pericias, el imputado, un comerciante de 46 años, dio negativo en su test de alcoholemia y las cámaras muestran que no navegaba a alta velocidad. Martín no tenía licencia y su lancha no estaba habilitada para estar en el agua.
Apenas 40 días antes, el 4 de agosto, Marcelo Castro y Sergio Duarte, de 33 y 30 años, que también volvían de noche de trabajar en la Isla Nicolini en lancha, murieron después de que otra gran embarcación los embistiera en el cruce entre el Río Luján y el canal San Fernando.
En ese caso, el conductor y su acompañante también resultaron ilesos. Pero los dos estaban alcoholizados e iban a alta velocidad. Ese último exceso es que llevaría la imputación final hasta el homicidio culposo.
"Esto pasa por cuatro razones claras. En el río se alcoholizan bastante; las lanchas van a alta velocidad; muchos isleños navegan sin luces y el parque náutico aumentó mucho", describe el fiscal.
"Entonces, las reglas también deberían modificarse", dice Cynthia Blanco, una "habitante permanente", como se distingue a los isleños.
¿Qué es puntualmente lo distinto, que hace que los residentes pidan actualizar las reglas? "La cantidad de embarcaciones que había hace 20, 30 años, no es la que hay hoy. A pesar de que nosotros nos manejamos por las reglas IALA (International Association of Lighthouse Authorities) de navegación internacional, considero que a nivel municipal se deberían modificar algunas cosas", dice Cynthia.
Para ella, no sólo debería exigirse que las embarcaciones tengan luces, sino que "en las escuelas secundaria del Delta se debería incluir la materia navegación y enseñar las reglas, y que los chicos salgan de la secundaria con su carnet y el conocimiento".
En la embarcación más grande viajaban seis personas que resultaron ilesas. Según las primeras pericias, el imputado, un comerciante de 46 años, dio negativo en su test de alcoholemia y las cámaras muestran que no navegaba a alta velocidad. Martín no tenía licencia y su lancha no estaba habilitada para estar en el agua.
FUENTE; CLARIN.COM