El primer foco en el secadero San Lorenzo ocurrió el martes cerca de las 9 de la mañana, y el siguiente fue a las 2 de esta madrugada. Aunque no hubo víctimas, se lamentaron pérdidas materiales de entre 180 y 200 millones de pesos. En el establecimiento trabajaban más de 40 familias que hoy buscan un nuevo sustento.
Consecuencia de lo que se presume fue una chispa, al menos 40 familias se quedaron sin trabajo luego de que un incendio consumiera por completo un secadero de yerba mate en la localidad de Azara. Según explicó Leonardo Yendryka, propietario del lugar, el accidente ocurrió cerca de las 2 de la madrugada.
Poco se pudo hacer cuando la familia advirtió de las llamas que devoraban el lugar. Y tampoco tuvieron tiempo para prevenirlo, dado que horas antes -específicamente, a las 9 de la mañana del martes- habían lamentado daños por fuego en un galpón lindante, donde guardaban la materia prima, ubicado en el mismo predio.
Yendryka explicó que durante ese primer incendio, “había 8 personas trabajando en el lugar” y que se logró apagar, dejando algunos daños materiales pero que por fortuna ninguno resultó herido. Sin embargo, las cenizas restantes habrían provocado llamas mayores que fueron imposibles de contener: “Se hizo lo que se pudo pero la pérdida fue total”, lamentó el empresario yerbatero en diálogo con El Territorio.
Cenizas del incendio en uno de los galpones habría provocado las llamas que consumieron la construcción lindante.
La familia dirigía el secadero hace 35 años en la zona y proveía de trabajo a al menos 40 familias que, tras este incendio, deben buscar otro lugar y otro sustento. Leonardo estimó que la pérdida, en términos económicos, rondó entre los 180 y los 200 millones de pesos.
Pero lo ocurrido afecta un escenario económico mucho más complejo. Es que la pérdida de la materia prima incide directamente, también, en el trabajo de "50 productores yerbateros que no van a poder hacer la cosecha", exclamó Leonardo al analizar la magnitud del accidente de esta madrugada. Al grupo se le suman otros 40 empleados -entre ellos, tareferos- que perdieron su lugar de trabajo.
“Fue un descuido de un segundo, y la causa probable una chispa”, sospechó a la vez, al advertir que rastros de cenizas del incendio anterior podrían ser la causal del tremendo foco. En el lugar trabajaron Bomberos de la Policía también colaboraron vecinos para intentar apagar las llamas que, en minutos, consumieron la totalidad del establecimiento.
Analizando cómo seguir, la familia propietaria intentando acceder a un crédito bancario. Sin embargo "las tasas de interés están muy altas", advirtió Leonardo. Por lo que deberán definir cómo paliar las pérdidas. En esa línea, aclaró que los fondos se destinarán, en principio, a pagar a su personal. "Está muy complicada la economía pero si o sí hay que hacerlo", sostuvo Yendryka. (Fuente: El Territorio)