Con intervenciones clave, Virginia Alarcia y Tomás Fourcade, presidente y vicepresidente, aportaron una mirada estratégica y profesional sobre el rol del liquidador.
Con intervenciones clave, Virginia Alarcia y Tomás Fourcade, presidente y vicepresidente de la AALPS, respectivamente, aportaron una mirada estratégica y profesional sobre el rol del liquidador y los desafíos del sector asegurador frente a eventos catastróficos y expectativas crecientes de los asegurados.La Asociación Argentina de Liquidadores y Peritos de Seguros (AALPS) tuvo una destacada participación en el Foro Nacional de Seguros 2025, realizado el pasado 29 de mayo en la ciudad de Buenos Aires, organizado por la Asociación Argentina de Productores Asesores de Seguros (AAPAS). En un evento que convocó a los principales referentes del mercado, Virginia Alarcia, presidente de la AALPS, y Tomás Fourcade, su vicepresidente, ofrecieron exposiciones complementarias que reivindicaron con firmeza la figura del liquidador como un actor esencial en la cadena de valor del seguro.
Mientras Alarcia defendió con convicción el valor humano, técnico y ético del liquidador en el proceso de resolución de siniestros —“el momento donde el seguro cumple su promesa”—, Fourcade alertó sobre la preocupante falta de cobertura frente a inundaciones en zonas de alto riesgo como Bahía Blanca y llamó a construir una cultura de aseguramiento más preventiva y resiliente.
Ambos referentes pusieron en relieve el rol institucional de la AALPS en la profesionalización del sector, la capacitación continua y la defensa de un proceso justo, transparente y enfocado en el asegurado. Sus exposiciones no solo reforzaron la importancia de la función del liquidador, sino que evidenciaron el compromiso de la AALPS con una visión moderna, ética y estratégica del seguro como herramienta social.
Virginia Alarcia reivindicó el rol del liquidador en el Foro Nacional de Seguros
En el panel “¿El asegurado está en el centro?” Alarcia, defendió con contundencia el valor humano, técnico y ético de los liquidadores de siniestros como eslabones clave en la cadena de valor aseguradora.
“El seguro no se valida cuando se firma la póliza, se valida cuando ocurre el siniestro y se cumple la promesa”, afirmó con énfasis, destacando que es justamente en ese momento crítico cuando aparece la figura del liquidador. A su juicio, este profesional no solo debe poseer conocimientos técnicos y contractuales, sino también una profunda capacidad de escucha, empatía y comunicación. “Somos el puente entre la compañía y el cliente; estamos ahí para generar confianza y dar respuestas claras”.
Alarcia remarcó: “No defendemos partes, defendemos el proceso justo, la transparencia, la equidad. Y cuando eso se logra, se fortalece la confianza en el seguro como herramienta social”.
Durante su exposición, también hizo hincapié en los nuevos desafíos del sector: siniestros más complejos, presión por eficiencia, irrupción tecnológica y expectativas crecientes de los asegurados. “Hoy el liquidador debe ser más que un técnico: debe ser un gestor de relaciones, un facilitador de soluciones y, muchas veces, un mediador”.
Desde su rol institucional, subrayó el trabajo de la AALPS para profesionalizar y jerarquizar la actividad, promover estándares éticos, capacitar a los colegas y visibilizar la función social del seguro. “El seguro es una promesa de respaldo. Y muchas veces, esa promesa empieza a cumplirse con nuestra intervención”, concluyó.
La participación de Virginia Alarcia dejó en claro que, lejos de ser un engranaje invisible, el liquidador es un protagonista indispensable en la construcción de confianza y justicia dentro del ecosistema asegurador.“El riesgo no desaparece por ignorarlo”
Fourcade, compartió las lecciones aprendidas tras los recientes eventos climáticos en Bahía Blanca y llamó a ampliar la cobertura de riesgos catastróficos como la inundación, resaltando su valor preventivo y estratégico para el sistema asegurador.
Durante su intervención en el Foro Nacional de Seguros 2025, Tomás Fourcade, vicepresidente de la Asociación Argentina de Liquidadores de Siniestros y Averías (AALPS), puso sobre la mesa una problemática tan silenciosa como urgente: la escasa cobertura frente al riesgo de inundación en Argentina, y en particular en ciudades como Bahía Blanca, recientemente afectadas por intensas lluvias.
Convocado por AAPAS para exponer sobre los aprendizajes tras las últimas inundaciones, Fourcade sorprendió al revelar que, a diferencia de otros eventos catastróficos anteriores como los fuertes vientos de 2023, en esta ocasión los liquidadores de riesgos generales apenas recibieron siniestros. La razón: la bajísima penetración del seguro de inundación en los ramos como Integrales de Comercio y Hogar, Todo Riesgo Operativo o Incendio.
“Esta vez no vinimos a mostrar casos, sino a plantear una alarma”, sostuvo. En su exposición, no solo cuestionó la falta de cobertura sino que destacó el papel del seguro como herramienta de gestión de riesgo y prevención, mucho más allá de la indemnización post-evento. “Cuando el riesgo se transfiere al mercado asegurador, se activa un proceso virtuoso: se hacen inspecciones, se crean mapas, se sugieren mejoras y se generan incentivos para tomar decisiones más seguras”, afirmó.
Para ilustrar cómo otros países abordan el aseguramiento de eventos naturales catastróficos, Fourcade citó ejemplos de éxito como el Consorcio de Compensación de Seguros en España, el programa FEMA en EE.UU., y el Flood Re del Reino Unido. Este último, desarrollado entre el Estado y aseguradoras privadas, incluye mapas interactivos para que los ciudadanos puedan conocer el riesgo hídrico incluso antes de comprar una propiedad, y tiene un horizonte de finalización para obligar a la industria a sostener la cobertura a futuro. “Eso es pensar a largo plazo”, subrayó.
En cuanto a los siniestros que sí fueron atendidos, señaló varios aprendizajes: la necesidad de evitar sublímites de cobertura irrisorios, el persistente problema del infraseguro y la falta de uniformidad en las cláusulas entre compañías, lo que genera confusión en los asegurados y entorpece la respuesta en situaciones críticas. También enfatizó la importancia de los planes de contingencia y del trabajo articulado entre productores asesores de seguros (PAS) y liquidadores.
“La inundación no es un riesgo abstracto ni improbable. Ya está ocurriendo. Y no podemos permitirnos mirar para otro lado”, concluyó Fourcade. Su exposición dejó en claro que enfrentar el riesgo con profesionalismo y visión estratégica no solo protege patrimonios:construye una cultura de previsión más justa, eficiente y resiliente.