Una profesora australiana fingió su propia muerte, cobró el seguro, pero fue descubierta.
Una insólita historia se presentó cuando la dueña de un gimnasio fingió su propia muerte para reclamar su seguro de vida, que estaba valuado en casi US$ 500.000. Además, se hizo pasar por otra persona para cobrar el pago, pero todo se frustró con el tiempo.
Karen Salkilld, una mujer de 42 años, fue arrestada luego de presentar el reclamo de su seguro de vida a nombre de su pareja, asegurando que había muerto en un accidente automovilístico en Broome, Australia. Situación que, por supuesto, era falsa.
Sin embargo, la profesora de gimnasia elaboró un meticuloso plan, el cual incluía una serie de documentos falsificados, como un certificado de defunción, una carta del delegado del Tribunal Forense de Australia Occidental y un registro de investigación sobre la muerte.
A pesar de esto, la compañía de seguros transfirió el dinero a una cuenta bancaria que Salkilld había dejado a nombre de su pareja, la módica suma de US$ 477,520. Es que, en un principio, no había señales de que su pareja hubiese estado involucrada en el crimen.
Cuando todo parecía haberle salido bien, el banco dueño de la cuenta empezó a sospechar, debido a que la profesora de gimnasio empezó a moverse y automáticamente la entidad bancaria decidió congelarla.
Desesperada por conseguir el dinero, se acercó a la estación de policías con varios documentos que certificaban que ella estaba intentando descongelar la cuenta, situación que era imposible, ya que ella estaba muerta.
En ese momento, fue abordada por el medio de comunicación australiano 9 News, y al ser consultada por cómo esperaba salirse con la suya, la mujer respondió: “¿Esto es una broma?”, y agregó: “¿Qué demonios? ¿Quiénes son ustedes? No estoy hablando con ustedes”.
La entrenadora y madre de dos hijos enfrentó cargos por fraude y estafa por los que podría recibir hasta 7 años de prisión. Se declaró culpable y aguarda su sentencia el próximo mes. (El Tiempo USA)