El VI Barómetro del fraude al seguro revela que más de la mitad de los defraudadores lo hicieron por la situación económica derivada de la pandemia...
El VI Barómetro del fraude al seguro de los años 2019 y 2020, elaborado por Línea Directa, registra el mayor índice de intentos de engaño, concretamente dos de cada tres. En el periodo analizado por la aseguradora se estima que casi siete de cada cien partes de vehículos fueron falsos, lo que se traduce a un aumento del 21% respecto al barómetro anterior. El estudio también revela que el perfil del defraudador: un varón de entre 18 y 24 años desempleado o con trabajo precario, o un varón de 40 años con problemas económicos agravados por la pandemia.
Tal como afirma Mar Garre, directora de Personas, Comunicación y Sostenibilidad en Línea Directa, las cifras de fraude representan “un récord absoluto” desde que la compañía empezó a elaborar estos informes en 2009, año en el que el porcentaje de partes falsos fue del 1,8%. La parte positiva es que el importe medio de intento de estafa al seguro del coche se redujo a 1.130 euros en 2020, concretamente un 13% menos que en 2019 y el coste más bajo desde 2013.
Respecto al tipo de engaños, el estudio refleja un descenso en la tentativa de fraude en daños corporales por un siniestro de tráfico, hasta un 11,6%, generalmente por simular lesiones o fingir que son más graves de lo que realmente son. El 88,4% restante se corresponde con estafas por daños materiales tras incluir en el parte desperfectos que no se han producido durante el accidente.
Las redes organizadas que intentan estafar a las compañías de seguros han reducido su actividad debido al confinamiento por coronavirus. Tal como revela el Barómetro de Línea Directa, se identificaron 74 mafias en 2020 y 111 en 2019, unas cifras alejadas de las 123 mafias que se detectaron en 2018.
Las mafias que se dedican a los fraudes suelen ser de dos tipos:
Según el estudio, estas redes organizadas presentan una estructura bastante jerarquizada y una cúpula muy pequeña. Además, principalmente reclaman indemnizaciones por daños corporales con el mayor importe, siete veces superior al de otros intentos de fraude. En cuanto a su modo de actuar, suele ser el denominado “fraude en carrusel”, en el que estas mafias van estafando a distintas aseguradoras de forma sucesiva.
En palabras de Mar Garre: “En muchísimas ocasiones detrás de esos intentos de fraude hay auténticos delincuentes y mafias organizadas que resultan muy peligrosas”. Asimismo, se han detectado prácticas que buscan blanquear dinero de otro tipo de delitos vinculados con el tráfico de armas o la prostitución.
EL FRAUDE ESTÁ MAL VISTO EN GENERAL, PERO TIENE ACEPTACIÓN SOCIAL
El barómetro concluye con una encuesta realizada a nivel nacional a 1.700 personas por la consultora MDK, que revela que el fraude está mal visto en general, pero que también existen “luces y sombras”, según Garre.
Un 37% de los conductores encuestados justifica que en determinadas situaciones pueda engañarse a la compañía. De hecho, muchos de ellos lo harían si supieran que no van a ser descubiertos. Por otro lado, 3,3 millones de usuarios reconocen haber facilitado información falsa al seguro y más de la mitad (51,5%) no se arrepiente de ello. En cuanto a las razones para justificar los fraudes, destacan: la situación económica (34% de los casos), la clásica picaresca española (25%) y el precio elevado de las aseguradores (14%). Asimismo, el 55% de los defraudadores admitió que lo hicieron por culpa de la pandemia.
Por último, un dato muy interesante y llamativo es que 3 de cada 4 españoles estaría dispuesto a denunciar a otra persona que comete fraude a la compañía aseguradora a cambio de un beneficio económico.
(Fuente: Neomotor Sport)