COP 28: Las 5 conclusiones claves para administradores de riesgos

Durante las conferencias se abordaron temas desde cómo reducir los riesgos de la innovación hasta cómo impulsar la adaptación y la resiliencia.


Durante las conferencias se abordaron temas desde cómo reducir los riesgos de la innovación hasta cómo impulsar la adaptación y la resiliencia.



A finales de 2023, se llevó a cabo la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático y Marsh McLennan estuvo presente. Durante las conferencias se abordaron temas desde cómo reducir los riesgos de la innovación hasta cómo impulsar la adaptación y la resiliencia.

Uno de los acuerdos clave sobre esta reunión fue el de transicionar de los combustibles fósiles a las energías limpias, lo que implica retos y oportunidades importantes. Aquí tienes 3 de 5 conclusiones clave para administradores de riesgos:

La tecnología trae nuevos riesgos, pero también trae oportunidades como la de desarrollar tecnologías de eliminación que faciliten la captura, utilización y almacenamiento de carbono.

Las nuevas tecnologías crean demandas adicionales para que la industria de seguros comprenda y asegure soluciones innovadoras, ayudando a eliminar riesgos para que la inversión pueda fluir.

Estamos avanzando en la adaptación, las conversaciones sobre el clima se han venido centrando en esfuerzos de mitigación, sin embargo, de cara al futuro se debe enfatizar en la adaptación y la resiliencia.

La  industria de seguros debe facilitar que la acción climática sea el punto de partida para la toma de decisiones.  Descarbonizar la economía mundial es posible y necesario, debemos afrontar el 2024 con energías renovadas en nuestro papel como facilitadores. Conozca las 5 conclusiones clave completas y cómo ser un eje de cambio a favor del cambio climático desde su organización.

Desde reducir los riesgos de la innovación hasta impulsar la adaptación y la resiliencia, la COP28 envió un mensaje claro a los gestores de riesgos.

La COP28 fue la primera reunión mundial sobre el clima desde la publicación del primer Balance Global de la ONU, que muestra que se está cerrando la ventana para limitar el cambio climático a 1,5 grados. En las últimas horas del evento, casi 200 partes acordaron una "transición" hacia los combustibles fósiles, lo que significa un momento importante para las negociaciones climáticas globales.

Además de la política internacional, los hitos clave de la cumbre de este año incluyeron la puesta en funcionamiento de un fondo de pérdidas y daños para abordar el costo de la devastación causada por fenómenos climáticos extremos como sequías, inundaciones y aumento del nivel del mar. El anuncio de una inversión de 30 mil millones de dólares en tecnologías limpias por parte de los Emiratos Árabes Unidos y el acuerdo unánime para triplicar la capacidad de energía renovable también enviaron una señal clara de que los gobiernos de todo el mundo están dispuestos a apoyar la descarbonización. En general, la COP28 fue una señal clara para las empresas sobre la dirección global del viaje. Sin embargo, esto no cambia el hecho de que el mundo necesita centrarse en la resiliencia y adaptarse al clima cambiante.

Después de una semana intensa en Dubai, estas son mis conclusiones clave para las empresas.

La nueva tecnología trae nuevos riesgos

Gran parte de la atención en la COP de este año estuvo en adoptar la tecnología para abordar el cambio climático. De hecho, el borrador final del acuerdo pedía el desarrollo de tecnologías de eliminación, como la captura, utilización y almacenamiento de carbono, que están atrayendo un interés cada vez mayor por parte de los inversores.

Necesitamos nuevas soluciones y herramientas para apoyar la innovación. Para las aseguradoras, esto significa oportunidades y desafíos. Las herramientas existentes de evaluación de riesgos y fijación de precios suelen basarse en datos históricos.

Las nuevas tecnologías crean demandas adicionales para que la industria de seguros comprenda y asegure soluciones innovadoras, ayudando a eliminar riesgos para que la inversión pueda fluir. Si bien la industria de seguros avanza, queda más por hacer para apoyar tecnologías y materiales que puedan ayudar con la descarbonización. La madera contralaminada (CLT), por ejemplo, es un material de construcción con bajas emisiones de carbono que puede resultar difícil de asegurar, ya que la falta de datos significa que puede percibirse como intrínsecamente más riesgoso que los materiales convencionales.

Avanzando en la adaptación

Las conversaciones sobre el clima anteriores han tendido a centrarse en los esfuerzos de mitigación, por lo que el creciente énfasis en la adaptación y la resiliencia en la COP28 fue bienvenido. Pero es necesario que esto suceda a una escala mucho mayor, en todos los niveles. Las empresas ya están lidiando con los efectos del cambio climático: la adaptación debe ser una prioridad en la agenda.

Fundamentalmente, los riesgos climáticos se extienden cada vez más más allá de los propios activos de una empresa, hasta sus cadenas de suministro y la infraestructura de la que dependen. Las empresas deben considerar cómo los activos de su cadena de valor podrían verse afectados por un cambio climático, ya sea por el potencial de daños causados, por ejemplo, por inundaciones o incendios; la necesidad de cambios en los sistemas y controles operativos; la necesidad de realizar inspecciones de activos más frecuentes en zonas con calor extremo; y, finalmente, la capacidad de una organización para responder cuando las cosas van mal; por ejemplo, ¿seguirán teniendo acceso al agua durante una sequía?

Una vez que se comprenden los riesgos, las organizaciones pueden identificar medidas de resiliencia y la ventana de adaptación en la que se deben tomar medidas.

Avanzando hacia la acción climática

Ahora que las empresas tienen la señal de que necesitan invertir, la industria de seguros debe facilitar que la acción climática sea la opción predeterminada para los actores racionales. Descarbonizar la economía mundial es posible y necesario, y debemos afrontar el nuevo año con energías renovadas sobre nuestro papel como facilitadores. Después de la COP28, la dirección a seguir es clara. Ahora comienza el verdadero trabajo.