Mala praxis y condena penal




La Justicia condenó a tres años de prisión condicional a dos médicos de una clínica privada de Morón por la muerte de una madre y su bebé en el 2013. La sentencia fue emitida por el juez en lo correccional Lucas Varangot, del Departamento Judicial de Morón, y recayó sobre dos médicos de la Clínica Agüero.

La condena es por la muerte de la paciente Mariela Del Valle González y de su bebé, que llevaba la semana 34 de gestación, en 2013.

Los médicos condenados son Carlos García y Marco Antonio Ayllón Juanes, quienes recibieron la pena de tres años de prisión condicional por el delito de homicidio culposo y de ocho años de inhabilitación especial para ejercer la medicina. Además, fueron absueltos otros tres médicos durante el juicio.

El hecho ocurrió en el Instituto Médico Agüero, en mayo de 2013, cuando Mariela del Valle González, de 35 años, quien estaba embarazada, fue hasta el centro de salud porque sufría un fuerte dolor en la espalda y, tras recetarle algunos calmantes, los doctores que la atendieron la enviaron de vuelta a su casa.

Días después, como el malestar aumentaba, la mujer tuvo que volver a la clínica donde los obstetras constataron que el bebé no presentaba latidos por lo que tuvieron que realizarle una cesárea de urgencia para sacar el feto sin vida del útero de la mamá.

Luego de la intervención, y a pesar de que la paciente necesitaba cuidados especiales, la dejaron internada en una sala común, donde se descompensó y perdió la vida. “Hicieron todo mal. No tuvieron consideración ni por ella ni por el bebé. No les importa nada”, denunció Luis Zayas, el viudo de Mariela.

“Nadie controló nada. Acá murió gente y continúa muriendo, pero siguen trabajando”, señaló el hombre quien, además, reveló: “Está comprobado que lo podían evitar, sólo tenían que hacer un simple estudio”.

Por su parte, la fiscal Cecilia Cortfield señaló que una pericia médica, realizada por la Asesoría Pericial de La Plata, constató que si hubieran diagnosticado el síndrome de Hellp -una complicación obstétrica severa-, que es lo que la mujer presentaba al momento de la primera consulta, “se hubiera reducido casi en su totalidad la mortalidad tanto del bebé como de ella".

"Podrían haber salvado al bebé que, con 34 semanas de gestación, era perfectamente viable para tener vida independiente y como consecuencia le hubieran hecho la cesárea con antelación y haber salvado también a la mamá", aseguró.

(Fuente: El 1 Digital)