Los datos surgen de la encuesta elaborada por ICEA. Teléfonos, portátiles y tabletas son los dispositivos electrónicos que se protegen más a menudo.
Los seguros de coche, salud y dispositivos electrónicos son los que resultan más familiares a los jóvenes, según una encuesta online realizada por ICEA a 1.800 personas de entre 16 y 30 años repartidas por toda España. El sondeo ofrece una imagen de cómo se protegen los jóvenes españoles frente a los riesgos a los que se encuentran expuestos.
El seguro de coche, que en España es de suscripción obligatoria, lidera el ranking de contratación: el 57,5% de los jóvenes afirma tener permiso de conducir y, por lo tanto, hacer uso de una póliza de este tipo. No obstante, solo el 21,7% del total (o lo que es lo mismo, el 37,8% de los que conducen) se la costea íntegramente. En muchos casos, son los padres quienes asumen este gasto.
La protección de la salud también ocupa un lugar destacado. Casi la mitad de los encuestados (44,1%) cuenta con un seguro médico privado, aunque únicamente el 11,9% lo paga de su propio bolsillo (26,9% de quienes lo tienen). Este dato sugiere que, si bien existe una alta valoración de este tipo de cobertura, su financiación sigue estando mayoritariamente en manos de los progenitores.
Otros seguros con fuerte arraigo en el entorno familiar son el de vida por fallecimiento y el de decesos. Algo más de una cuarta parte de los jóvenes está protegido por una de estas pólizas. Sin embargo, la proporción de quienes se lo costean es baja: entre el 5% y el 8% de todos los encuestados o, lo que es lo mismo, una cuarta parte de aquellos que están protegidos.
El seguro de hogar, por su parte, tiene una alta aceptación entre quienes ya han dado el paso de independizarse. El 42,9% de los jóvenes declara no vivir con sus padres y, de estos, un 40,9% afirma proteger su vivienda con un seguro. Esto implica que un 17,5% de todos los encuestados está protegido por una póliza de este tipo. Eso sí, solo el 7,5% de todos los encuestados asume este coste por su cuenta, sin ayuda familiar alguna.
Los seguros de viaje también tienen una presencia significativa. Dos de cada tres jóvenes declaran haber viajado en los últimos 12 meses. Y de estos, un tercio lo ha hecho con seguro. Por lo tanto, esto implica que el 22,3% de todos los encuestados afirma viajar asegurado.
La preocupación por el bienestar de los animales de compañía también se refleja en los datos. Casi la mitad de los jóvenes sondeados declara tener una mascota en su casa y, de estos, el 37% la protegía con un seguro. En total, el 18,1% de los jóvenes cuenta con un seguro para animales domésticos.
En un entorno cada vez más digital, los dispositivos electrónicos también se aseguran. Prácticamente todos los jóvenes (92,2%) tienen un móvil. De estos, el 25,9% lo asegura, lo que se traduce en que un 23,9% de las personas entre 16 y 30 años cuenta con un seguro para su teléfono en España.
Siete de cada 10 jóvenes cuentan con un portátil y, de éstos, el 18,9% lo asegura. Consecuentemente, el 13,2% de los sondeados tiene esta protección. Aunque las tasas de aseguramiento son menores en otros dispositivos como videoconsolas, tabletas o relojes inteligentes, su presencia no es desdeñable. Oscila entre el 3% y el 7% de las personas consultadas en el estudio.
Por último, las nuevas formas de movilidad también generan nuevas necesidades de protección. Un 13,4% de los encuestados declaró tener un patinete eléctrico y, de éstos, el 30,7% circulaba con él con seguro. Entre tanto, un 5,4% afirmaba tener bicicleta eléctrica y el 24,3% se movía con ella asegurado. Estas magnitudes reflejan una creciente sensibilidad hacia la seguridad personal y la responsabilidad en el uso de estos medios de transporte.
En conjunto, los resultados de la encuesta reflejan que los jóvenes españoles están cada vez más familiarizados con el seguro, aunque en muchos casos aún dependen del respaldo económico de sus familias para atender al pago de la póliza. La variedad de coberturas contratadas —desde las más tradicionales, como el coche o la salud; hasta otras vinculadas a las nuevas formas de movilidad o al uso intensivo de la tecnología— pone de manifiesto una creciente sensibilidad hacia la protección personal y patrimonial desde edades tempranas.