El peor tercero que le podía tocar...

De acuerdo al relato del personal policial involucrado, ellos aseguraron que estaban correctamente estacionados cuando fueron embestidos por detrás por el vehículo de traslado de pasajeros.


De acuerdo al relato del personal policial involucrado, ellos aseguraron que estaban correctamente estacionados cuando fueron embestidos por detrás por el vehículo de traslado de pasajeros.



Un violento choque se registró durante la madrugada de este martes en el barrio porteño de Barracas, donde un taxista que conducía alcoholizado chocó a un patrullero perteneciente a la Policía de la Ciudad que se encontraba estacionado. Producto de la colisión, cuatro personas resultaron heridas -el taxista y tres agentes-, pero ninguno sufrió heridas de gravedad.

Fuentes policiales consultadas por Infobae señalaron que el accidente vial ocurrió cerca de las 2 sobre la calle Alvarado al 2600, en el cruce con Santa María del Buen Ayre y a pocas cuadras de la autopista Presidente Arturo Frondizi -también conocida como autopista 9 de Julio-.

Al recibir la notificación del hecho, el personal policial se desplazó hasta el lugar y constató que el siniestro había sido protagonizado por un Nissan Frontier, utilizado como móvil de Policía de la Ciudad, y un Chevrolet Spin que funciona como taxi.

Tras solicitar la presencia del SAME, los médicos asistieron en el lugar a los tres oficiales de la fuerza, que sufrieron “latigazo cervical” pero en ningún caso existía riesgo de vida y por ello no se necesitó traslado a algún hospital porteño.

De acuerdo al relato del personal policial involucrado, ellos aseguraron que estaban correctamente estacionados cuando fueron embestidos por detrás por el vehículo de traslado de pasajeros, el cual impactó en la parte trasera izquierda del móvil.

Al realizar la consulta al magistrado interviniente en la investigación, el mismo solicitó la realización de narcotest y una prueba de alcoholemia al taxista, y al mismo tiempo dio intervención a la Policía Federal Argentina (PFA).

Con el resultado del test de alcoholemia, que arrojó que el conductor del taxi tenía 1.46 gramos de alcohol por litro de sangre al momento del choque -casi el triple de lo permitido en CABA, donde se puede conducir hasta con 0,5 gr de alcohol en sangre-, el chofer quedó detenido y a disposición de la Justicia. (Infobae)