Tierra del Fuego: el gobierno impuso por ley un seguro obligatorio

La misma norma le otorga el monopolio de la actividad a una sola cooperativa, que manejará una caja superavitaria en cientos de millones de pesos...


La misma norma le otorga el monopolio de la actividad a una sola cooperativa, que manejará una caja superavitaria en cientos de millones de pesos...



En la provincia de Tierra del Fuego, cuando los usuarios paguen la luz también estarán pagando su servicio fúnebre: en la factura de energía se incluirá una tasa destinada a solventar un Servicio de Sepelio Solidario. Se trata de un sistema que se repite en otros lugares del país, solo que los fueguinos deberán pagarlo de forma obligatoria y todos los fondos irán a una sola caja. Esto lo habilitó una ley provincial que le otorga el monopolio de la actividad a una cooperativa de Río Grande. La ley fue confirmada hace pocos días por la justicia provincial.

La semana pasada, el Tribunal Superior de Justicia rechazó la cautelar presentada por la empresa de servicios fúnebres más antigua de la isla. Consideró que prima facie la normativa no es inconstitucional y, con la firma de los cuatros jueces de la corte provincial, el fallo sostiene que no estaba acreditado el daño económico que la medida puede causar a la funeraria, razón por la cual la normativa provincial está vigente.

Aún no está claro cuándo empezará a aplicarse el cargo obligatorio que se irá actualizando a la par de la inflación, dado que el monto establecido de esta tasa obligatoria se basa en 6 UFA (Unidad Fija a Aplicar). Cada UFA equivale al costo del litro de la nafta Infinia de YPF en la isla, que hoy es de $119,20. Si la ley 1407 se aplicara hoy, cada fueguino que posea una factura de luz deberá pagar de forma obligatoria $715 mensuales facturados en nombre del Servicio Solidario de Sepelios.

Fuentes gubernamentales consultadas por LA NACION confirmaron que la ley tiene aún pendiente su reglamentación y aclararon que el Poder Ejecutivo, a cargo de Gustavo Melella, aún no fue notificado de los resuelto por la Corte provincial. En tanto explicaron que la normativa nace a partir de los altos costos que tuvo que afrontar el Gobierno a raíz de los fallecimientos durante la pandemia y busca llevar una solución a la población.

La ley, que contó con la aprobación unánime de la Legislatura, levantó polémicas. Por estas horas se motoriza la recolección de firmas en plataformas on line en contra de la norma. La Cámara de Comercio de Ushuaia emitió un duro comunicado en el que afirma que la ley “atenta contra el interés del sector privado y de la comunidad toda” y se convierte en una norma “inexplicable, inentendible, injustificable y por sobre todo inconstitucional”.

Quien recurrió ante la justicia para pedir que se declare la inconstitucionalidad la empresa “Sepelios Ramón Oviedo”, que con 72 años de trayectoria, presta servicios en Ushuaia y que ahora ve amenazada su actividad.

“Durante todos estos años la empresa realizó los esfuerzos necesarios para crecer en forma constante. Nuestro deseo hoy es continuar trabajando en libertad y que la gente pueda elegir en libertad. Históricamente en nuestro país de tradición italiana y española mayormente, el tema de los servicios fúnebres fue una actividad de empresas privadas, ya sean individuos, personas o cooperativas”, explicó en diálogo con LA NACION Ángel Oviedo, actual titular de la empresa familiar que lleva el nombre de su padre.

Para el empresario, esta nueva ley “no deja espacio para trabajar en libertad, ni para la libre elección de los vecinos, muchos de ellos antiguos pobladores con los que crecimos juntos en la isla”. Y agregó: “Hoy evaluamos todos los frentes y posibilidades frente a una situación muy extraña generada por esta legislación”.

Un negocio redondo

Hasta la aparición de esta ley, los servicios funerarios en la isla estaban a cargo de dos empresas privadas en Ushuaia y de la “Cooperativa Eléctrica y otros servicios públicos de Río Grande Limitada”, en Río Grande. Los habitantes de esta última ciudad ya tienen implementado un pago de seguro de sepelio a través de la Cooperativa Eléctrica, el cual no tiene carácter obligatorio.

La nueva ley establece no solo que será obligatorio, sino que le adjudicó a la Cooperativa el servicio del resto de las ciudades de la isla, Ushuaia y Tolhuin, en detrimento de las demás compañías fúnebres de la isla. En la ciudades en la que no tiene presencia, Tolhuin y Ushuaia, se aplicará el pago en la boleta de luz y la Dirección Provincial de Energía, enviará la recaudación mensual a la Cooperativa de Río Grande.

La norma creó el Servicio Solidario de Sepelios, pero no para los casos sociales o personas de bajos recursos, sino para toda la población de la provincia. De este modo, cualquier persona que acredite domicilio y radicación en la provincia podrá reclamar el servicio de sepelio consistente en el retiro del occiso del hospital o clínica, la provisión de un ataúd, el servicio de sala velatoria, los trámites para la inhumación y el traslado al cementerio.

Los números detrás del servicio fúnebre

Según un informe elaborado por la empresa “Sepelios Ramón Oviedo” en base a fuentes oficiales, la Cooperativa Eléctrica de Río Grande estaría por acceder a un negocio altamente rentable, donde a valores actualizados, le implicaría una ganancia anual de más de $400 millones. ¿Cómo se llega a esta cifra? Si los 60.200 medidores domiciliarios habilitados para aportar según la norma pagan $715 pesos mensuales, la recaudación anual superará los $516 millones.

Según el mismo informe, sobre datos del Indec, la cantidad estimada máxima de servicios fúnebres en la isla llegan a 773 anuales. El costo de un servicio fúnebre según lo determinado por la Federación Argentina de Asociaciones Funerarias ronda los $144.000, lo que arroja una erogación nominal anual de $111 millones. Los más de $400 millones restantes quedarán en manos de la Cooperativa.

Este medio consultó a la Cooperativa Eléctrica de Río Grande, pero declinaron en realizar comentarios argumentando que la ley no está reglamentada y aún no han sido convocados para avanzar.

(Fuente: La Nación)