El problema fue el vidrio...




El robo a un kiosco del microcentro de la ciudad se convirtió en una pesadilla para el dueño del local; no por el escaso dinero en efectivo y el puñado de cigarrillos que se llevó el ladrón, sino por la rotura del vidrio que le costó "una fortuna" poder reponer.

El robo duró pocos minutos. Ocurrió durante la madrugada en un pequeño local de Maipú y Córdoba, misma esquina donde una semana antes, con la misma modalidad, ladrones entraron a un bar y también sólo sustrajeron un monto menor en efectivo.

Esta vez, un sujeto con el buzo y la capucha puesta rompió el vidrio y huyó minutos después con dos mil pesos que quedaban en la caja para abrir al día siguiente, algunas golosinas y un par de atados de cigarrillos. El delincuente escapó cuando el ensordecedor ruido de la alarma lo ahuyentó del pequeño negocio.

Al llegar allí, el dueño se puso a buscar un cristal para su kiosco, pero le costó que alguien lo fuera a colocar por la falta de precio ante la incertidumbre económica de estos días. Lo terminó pagando cerca de $100 mil, según contaron testigos al equipo periodístico del programa Telenoche Rosario (El Tres).

Los vecinos contaron que la zona queda completamente desierta después de medianoche y reclamaron mayor presencia policial.

(Fuente: Rosario 3)