El siniestro se originó en un tablero eléctrico y dejó pérdidas totales de mercadería, incluyendo productos para las fiestas, artículos escolares y prendas.
Un incendio de gran magnitud destruyó casi por completo un mini autoservicio ubicado en calle 106, N° 336, dejando importantes pérdidas materiales en un momento clave del año para el comercio.
En el interior del local, propiedad de Marcelo Schmidt, se encontraba una gran cantidad de mercadería relacionada con las fiestas de fin de año, como panificados especiales, cajas navideñas, productos de almacén, bebidas y artículos de consumo para las celebraciones, los cuales quedaron arruinados por el fuego o afectados por el humo y las altas temperaturas.
Además, el local contaba con artículos escolares, así como prendas de vestir, que también fueron dañadas por el intenso calor, el hollín y la acumulación de humo dentro del comercio. Además de la mercadería tradicional que hay en un miniautoservicio. Sólo se salvaron los productos que se encontraban dentro de la heladera.
Según relató Celia, propietaria del comercio y esposa de Marcelo Schmidt, el incendio se habría iniciado en un tablero de luz ubicado dentro del local. Por causas que aún se investigan -aunque se presume un cortocircuito- el tablero tomó fuego y las llamas avanzaron rápidamente hacia un equipo de aire acondicionado instalado muy cerca.
La combinación del material plástico, cables, el motor del aire y el recinto cerrado generó temperaturas extremas en pocos minutos, lo que permitió que el fuego tomara fuerza y se expandiera por distintas zonas del miniautosevicio.
El comercio había cerrado alrededor de las 13 horas, y su propietario se encontraba en su domicilio, a unas seis cuadras del lugar, cuando percibió que varias alarmas del local se activaron de manera simultánea, lo que le llamó la atención. Al dirigirse hacia el comercio, un vecino logró interceptarlo para avisarle que el miniauto servicio estaba siendo afectado por un incendio.
Fueron justamente los vecinos quienes dieron el primer aviso, al notar la presencia de humo saliendo desde el interior del local. Algunas personas intentaron contener el fuego utilizando mangueras y baldes, mientras se comunicaban de inmediato con Bomberos Voluntarios.
Dos dotaciones de los Bomberos Voluntarios de Chivilcoy acudieron rápidamente y trabajaron intensamente para sofocar el incendio y evitar que se propagara a viviendas linderas.
A pesar de la rápida intervención, las pérdidas materiales fueron prácticamente totales, ya que la mercadería expuesta al fuego quedó destruida, gran parte del stock fue arruinado por el humo, productos sensibles -como alimentos para fiestas y bebidas- quedaron inutilizados, artículos escolares, papelería y útiles sufrieron daños irreversibles, prendas de vestir y textiles acumularon hollín y deformaciones por la temperatura.
Este viernes, Schmidt junto a su esposa y familia continuaban con las tareas de limpieza, remoción de residuos y evaluación de daños, en un esfuerzo por recuperar el espacio y proyectar cómo avanzar tras un siniestro de fuerte impacto económico y emocional. (La Razón de Chivilcoy)